Las primeras consecuencias del RGPD: Compañías echan el cierre o abandonan a sus usuarios europeos

A nueve días de que entre en vigor el nuevo Reglamento de Protección de Datos, estamos empezando a ver los efectos que este está generando en el ecosistema digital. Las primeras en caer han sido las compañías que manejan tal cantidad de datos que no pueden asegurar el cumplimiento de la normativa y, para prevenir las multas, han decidido cerrar sus puertas.
Por lo visto, no todas las compañías pueden asumir los costes que este comporta, lo que da ventaja a las grandes compañías que ya cuentan habitualmente con recursos como abogados, expertos en data y programadores, los cuales son necesarios para hacer esta transición.
Además, para probar que están cumpliendo con el reglamento, las compañías deben invertir en monitorización y documentación y, en algunos casos, contratar a una persona encargada de la protección de datos. Lo que supondría un gran coste.
Según informa CNN tech, los expertos aseguran que las grandes compañías se están gastando millones en prepararse para el 25 de mayo y que las compañías pequeñas que no tienen los mismos recursos lo están pasando mal.
Por ejemplo, la compañía checa Seznam.cz ha anunciado que cerraría su red social para compañeros de clase a causa del reglamento. La plataforma, que cuenta con 20.000 usuarios activos a diario, tendría que cambiar por completo con tal de cumplir con la RGPD.
Por otro lado, para muchos la solución ha sido deshacerse de los usuarios europeos, ya que no les sale a cuneta correr el riesgo de que sigan utilizando sus servicios. Un ejemplo es Unroll.me, un popular servicio para desuscribirse de listas de correo (que se rumorea luego vendía los indicadores obtenidos de los datos de sus usuarios a Uber), ha anunciado que va a cerrarle las puertas a los usuarios europeos al no poder cumplir con las exigencias del RGPD. La firma de Marketing Movil Verve ha seguido el mismo camino apuntando que las nuevas condiciones no les eran favorables.
Pero la cosa no acaba ahí, ¿qué pasará con todas aquellas plataformas gratuitas cual único sustento es la posesión (y seguramente comercialización) de datos de los usuarios?
Cuenta la revista New York Magazine que “para aquellas compañías cuyo modelo de negocio sea exclusivamente que los usuarios no entienden bien cuál es su modelo de negocio, el empezar a arrojar luz sobre ellas les puede costar muy caro”.
Para las grandes compañías que ya tienen una relación “de confianza” con el usuario como Facebook, Spotify o Amazon les será mucho más fácil conseguir el consentimiento de los usuarios. En cambio, compañías menos conocidas cuyos usuarios probablemente no recuerden haber interactuado con ellas en su vida, lo tendrán crudo.
Sobre todo, como apunta la publicación, aquellas compañías que se esconden detrás de publicidad de terceros como pueden ser las compañías de anuncios de retargeting, que tienen a un zapato siguiéndote todo el día ahí donde vas, ahora deben conseguir permiso explícito de cada usuario para seguir sirviéndoles anuncios.
Por si os preguntáis qué impacto puede tener esto, queremos acabar con una analogía extraída de la revista que dice:
“El efecto de obtener el consentimiento en este caso, sería como exponer una colonia de termitas que ha estado viviendo en tu casa y obligarlas a presentarse una por una y pedirte si, por favor, se pueden quedar”.
¡Ahí lo dejamos!

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